Como enfrentar los retos del trabajo de forma positiva
En ocasiones el trabajo nos puede producir picos o episodios de estrés, que normalmente vienen dados por estar inmersos en situaciones límites en el entorno laboral. Unas circunstancias que se desencadenan y nos sobrepasan, y no sabiendo bien, bien, cómo gestionarlas. Unas situaciones que nos incomodan y pueden derivar en crisis personales de difícil superación. La capacidad que tenemos para enfrentarnos a este tipo de estados adversos, sobreponiéndonos a las dificultades y aprendiendo de forma positiva, es lo que se llama, Resiliencia.
En el mundo laboral, consecuencia de la competividad, el estrés, y el miedo a perder el puesto de trabajo, nos ha hecho estar sumidos en una sociedad en la que nos sentimos indefensos. Para poder vencer las contrariedades a las que nos podamos llegar a encontrar, tenemos que ser capaces de crear mecanismos de defensa, que nos impidan dejarnos llevar por las adversidades sobre todo las laborales. Porque por desgracia, nos vamos a ir encontrando a lo largo de los años, con unos contratiempos que en mayor o menor medida vamos a tener que afrontar.
La capacidad para enfrentarnos a estados adversos, sobreponiéndonos a las dificultades y aprendiendo de forma positiva…, es la Resiliencia
El crecer con las adversidades siempre ha sido una frase muy recurrente y difícil de alcanzar, pero sin embargo es posible conseguir. Las personas que muestran la resiliencia en el trabajo, son aquellas que principalmente son conscientes de sus propias capacidades, y asumen las limitaciones que tienen. Disponen de un mecanismo de autoprotección, que les lleva siempre a trazar objetivos, en los que creen firmemente y que pueden llegar a obtener. La perseverancia y la flexibilidad frente a los cambios, que se producen de forma constante en nuestro entorno laboral, nos tiene que permitir favorecer una adaptación a nuevos contextos de una forma eficiente. Evitando de esta manera las discusiones que en ocasiones se producen como consecuencia de poner impedimentos, y de no poder superar las dificultades que en ocasiones se convierten en problemas sociales. Cuanta mayor autoestima podamos alcanzar de nosotros mismos, mejor lograremos aliviar el camino de una buena relación hacia los demás.
La Perseverancia y la Flexibilidad frente a los cambios nos tiene que permitir favorecer una adaptación a nuevos contextos de una forma más eficiente
Una buena praxis, ha venido determinada siempre en tomar las decisiones sin precipitación, con paciencia, y reflexión. Sin pretender obtener resultados a corto plazo. Esto sin duda alguna, nos llevará a entender nuestro trabajo como si fuera una carrera de fondo, en la que la inmediatez de los resultados a corto plazo, estarán reñidos con lo que podamos imaginar como un posible éxito profesional. Hay que ser capaces de tener la suficiente destreza en poder entender, que de forma rápida, no se obtienen los resultados que deseamos. Y esto, necesita aprendizaje, porque el desarrollo profesional, normalmente está circunscrito en entornos laborales complejos, que nos van a obligar a ir adaptándonos a situaciones cambiantes.
Tomar las decisiones sin precipitación, con paciencia y reflexión, sin pretender obtener resultados a corto plazo
Analizar de forma serena, las situaciones que nos vamos encontrando a lo largo de nuestra carrera profesional, nos tiene que permitir percibirlas bajo la perspectiva más objetiva y optimista posible. Un proceso de resiliencia que nos ayudará a poder enfrentarnos a los retos de una forma más eficiente. En definitiva, una actitud que hoy en día, no tan solo es tan importante en nuestro comportamiento diario, sino que también nos lo valoraran en cualquier proceso de selección de personal.
Jaime de Oleza
Arquitecto
04.01.2022