La Machiya japonesa, una lección de arquitectura

machiya
machiya

machiya La casa tradicional japonesa construida en madera

La Machiya es el nombre de la casa tradicional japonesa construida en madera, y que es muy representativa de la arquitectura vernácula de la ciudad de Kioto. Son casas unifamiliares que se construían para artesanos y mercaderes, que gracias a sus especiales características contribuyeron a definir la arquitectura del centro de la ciudad de Kioto. Unas edificaciones que surgieron como consecuencia del trazado urbanístico cuadriculado de las calles, que eran de pequeño tamaño.

Una razón que obligó a diseñar una tipología de vivienda con muy poca fachada a la calle.

machiya calle

Photo via Unsplash by @senlee

Una fachada de entre 5 a 6 metros, pero, sin embargo, con una gran profundidad, que podía llegar a ser de 20 metros. Unas construcciones que se originaron en el periodo Heian hacia el siglo 8 y 11 de nuestra era, y que en sus orígenes se llamaron Unagi No Nedoko (Nido de Águila).

Su valor venía determinado principalmente por el ancho que pudiera llegar a tener la fachada a la calle.

Estas casas definieron un modelo arquitectónico que sirvió de base para ser construido en otras ciudades del resto del Japón, y cuyo origen era que estaban diseñadas en armonía con la naturaleza.

machiya patio

Patio de ‘Ainotsuji’ machiya house

Estas construcciones compartían el uso de vivienda, que se ubicaba en la parte interior, con el comercial, que se situaba en espacio con fachada a la calle. Interiormente, se articulaba todo el espacio interior, gracias a unos patios que permitían una correcta ventilación y asoleo en el interior de la edificación. Las habitaciones estaban pensadas como estancias privadas, y estaban provistas de los conocidos Tatamis, que conjuntamente con las paredes divisorias, puertas y ventanas realizadas en papel de arroz, hacían de estas viviendas lo que hoy en día definiríamos como viviendas sostenibles. Los patios además provocaban una ventilación cruzada en las habitaciones, y mediante el efecto llamado en Japón, Uchimizu, una estrategia que consistía en baldear con agua el exterior, creaba una corriente de aire fresco que contribuía a disminuir la temperatura del interior de la casa.

Ni que decir tiene, que este tipo de construcción, a base de madera, representaba un tipo de estructura muy flexible y óptima en el caso de cualquier terremoto.

Un territorio en el que la población es muy sensible a los terremotos que por desgracia sucumben con frecuencia en este país. En definitiva, una arquitectura que representa la sabiduría del buen hacer de nuestros antepasados, y aunque sean provenientes de culturas lejanas a la nuestra, coinciden en la actualidad, después de más de 1.000 años, con las inquietudes de la arquitectura actual.

Jaime de Oleza
Arquitecto
19.09.2022

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