El arte de la Nictografía
Alfabeto taquigráfico de Leroy, utilizado para el nictógrafo
La nictografía es una palabra que significa “escritura nocturna”. Se trata de un tipo de escritura que guarda similitud con la taquigrafía. Este sistema fue inventado por Charles Dodgson, más conocido por su seudónimo Lewis Carroll, quien además de ser matemático e inventor, también fue un destacado escritor. Carroll ideó un método para escribir en la oscuridad. En 1891, mediante caracteres basados en símbolos, definió una nueva forma de cifrado mediante sustitución. Para lograr este objetivo, diseñó una tarjeta rectangular con 16 perforaciones cuadradas, que le permitían dibujar símbolos de un nuevo alfabeto. Inicialmente, este alfabeto se llamaba “nictográfico”, aunque originalmente se denominaba “typhlograph”.
Esta técnica permitía transcribir letras y palabras como un texto, sin necesidad de ver los caracteres que se estaban representando.
Lewis Carroll es famoso por su obra literaria “Alicia en el País de las Maravillas”, que contiene rasgos de sus conocimientos matemáticos. En uno de los capítulos, Alicia realiza operaciones multiplicativas que pueden resultar confusas a simple vista. El autor describe estas multiplicaciones de la siguiente manera:
4×5=12
4×6=13
4×7=14
Con resultados que parecen incorrectos a primera vista. Sin embargo, no lo son, ya que no se basan en el sistema decimal tradicional (base 10). La primera operación se resuelve en base 18, la segunda en base 21 y la tercera en base 24. Esta estrategia desconcierta a los lectores no familiarizados con los diferentes sistemas algebraicos.
Es un procedimiento que altera la percepción del método numérico basado en el número 10.
De manera similar, la nictografía rompe con las convenciones habituales de la escritura al utilizar un patrón de cifrado basado en puntos y trazos. Estos puntos siempre se ubican en la esquina superior derecha de una plantilla con 16 perforaciones. Este lenguaje permite anotar cualquier texto sin necesidad de mirar, lo que resulta útil en situaciones de oscuridad y también es práctico para las personas invidentes. En definitiva, es un alfabeto gráfico que tiene, así mismo, ciertas connotaciones artísticas.
Lewis Carroll escribía en el año 1891, el motivo de su invención con estas palabras:
Cualquiera que haya experimentado, como me ha ocurrido a menudo, el proceso de levantarse de la cama a las dos de la madrugada en una noche de invierno, encender una vela y escribir un pensamiento afortunado que, de otra manera, seria probablemente olvidado, estará de acuerdo conmigo en que es realmente incómodo.
Como homenaje a esta escritura, he firmado mi nombre con símbolos nictográficos:
Jaime de Oleza
Arquitecto
04.04.2024